Tipos de enlace
Sabemos que la manera en que los átomos se enlazan ejercen un efecto
profundo sobre las propiedades físicas y químicas de las sustancias. ¿Qué es un
enlace químico? Aunque esta pregunta se puede responder de diversas
formas, el enlace se define como la fuerza que mantiene juntos a grupos
de dos o más átomos y hace que funcionen como unidad. Por ejemplo en
el agua la unidad fundamental es la molécula H-O-H cuyos átomos se mantienen
juntos por dos enlaces O-H. Se obtiene información acerca de la fuerza del enlace
midiendo la energía necesaria para romperlo, o sea la energía de enlace.
Veremos cómo los átomos interaccionan entre sí de diversas formas para
formar agregados y se considerarán ejemplos específicos para ilustrar los
diversos tipos de enlace. Existen tres tipos importantes de enlaces que se
forman entre los átomos de un compuesto: iónico (o electrovalente), covalente
(polar, no polar y el coordinado) y el enlace metálico.
Cuando un átomo que pierde electrones con relativa facilidad
reacciona con otro que tiene alta afinidad electrónica se forman sustancias
iónicas; en otras palabras, la formación de un compuesto iónico se debe a la
reacción entre un metal y un no metal.
Los compuestos unidos por enlaces iónicos forman redes cristalinas
de iones, que denominamos cristal. La red cristalina es una
estructura gigante que contiene un número indefinido de iones (las cargas
positivas son iguales, en cantidad, a las negativas), de manera que el conjunto
sea eléctricamente neutro.
El enlace covalente
El
modelo de enlace entre iones no se puede utilizar para explicar la unión entre
cualquier pareja de átomos. Si dos átomos son iguales, no existe ninguna razón
que justifique que uno de estos átomos se transforme en ión. Para justificar
estas situaciones se utiliza otro modelo de enlace. Cuando los átomos que
forman un enlace comparten sus electrones con la finalidad de cumplir con la
regla de los ocho, se forma un enlace. El tipo de enlace que
se observa en la molécula de hidrógeno y en otras moléculas en que los
electrones son compartidos por los dos núcleos se llama enlace
covalente. En la molécula de H2 los electrones residen
principalmente en el espacio entre los núcleos en donde son atraídos de manera
simultánea por ambos protones. El aumento de fuerzas de atracción en esta zona
provoca la formación de la molécula de H2 a partir de dos
átomos de hidrógeno separados. La formación de un enlace entre los átomos de
hidrógeno implica que la molécula H2 es más estable por
determinada cantidad de energía, que dos átomos separados (energía de enlace).
En el enlace covalente dos átomos idénticos comparten electrones
de manera igual. La formación del enlace se debe a la atracción mutua de los
dos núcleos hacia los electrones compartidos. Entre estos extremos se
encuentran casos intermedios en los cuales los átomos no son tan distintos que
ganen o pierdan electrones en su totalidad, pero son bastante distintos para
que haya un compartimento desigual de electrones y se forme lo que se conoce
como enlace covalente polar. La molécula de fluoruro de
hidrógeno (HF) contiene este tipo de enlace en el cual existe la siguiente
distribución de carga:
Como la polaridad del enlace tiene implicaciones
químicas importantes es conveniente asignar un número para indicar la capacidad
del átomo para atraer a los electrones compartidos, o bien señalarlo con una
flecha cuya punta esté dirigida hacia el centro de carga negativa.
¿Cómo se forma un enlace covalente
coordinado?
Cuando
el par de electrones compartidos pertenece solo a uno de los
átomos se presenta un enlace covalente coordinado o dativo. El
átomo que aporta el par de electrones se llama donador y el
que los recibe receptor o aceptor.
Fuerzas intermoleculares
Las
fuerzas de atracción entre moléculas (monoatómicas o poliatómicas) sin carga
neta se conocen con el nombre de fuerzas intermoleculares o fuerzas de Van der
Waals. Dichas fuerzas pueden dividirse en tres grandes grupos: las debidas a la
existencia de dipolos permanentes, las de enlace de hidrógeno y las debidas a
fenómenos de polarización transitoria (fuerzas de London). A continuación,
realizaremos un estudio elemental de cada uno de dichos grupos.
Atracción entre
dipolo y dipolo
Existen
gases cuyas moléculas están formadas por átomos que tienen diferente
electronegatividad (enlace covalente polar) y que se hallan dispuestos de forma
que en la molécula existen zonas con mayor densidad de electrones que otras
(polo negativo y positivo respectivamente). Este es el caso, por ejemplo, de
los gases fluoruro de hidrógeno (HF), cloruro de hidrógeno (HCl), bromuro de
hidrógeno (HBr) y ioduro de hidrógeno (HI). Anteriormente ya hemos representado
algunas de estas moléculas.
Enlace de hidrógeno
Anteriormente
hemos estudiado el enlace covalente polar en el que hemos visto que en la
molécula se forman dos zonas claramente diferenciadas, una con un exceso de
carga negativa (la correspondiente al átomo más electronegativo) y otra con un
defecto de carga negativa (la correspondiente al átomo menos electronegativo).
Un caso de polaridad especialmente interesante es el que corresponde a
moléculas tales como por ejemplo H2O, HF o NH3 en
las que los átomos de hidrógeno se hallan unidos a otros átomos mucho más
electronegativos.El hidrógeno es el único átomo capaz de formar este tipo de enlace porque al ser tan pequeño permite que los otros átomos más electronegativos de las moléculas vecinas puedan aproximarse lo suficiente a él como para que la fuerza de atracción sea bastante intensa. Este tipo de enlace intermolecular es el responsable, por ejemplo, de la existencia de océanos de agua líquida en nuestro planeta. Si no existiera, el agua se encontraría en forma de vapor.
Fuerzas
de dispersión de London
Como los enlaces de
hidrógeno, las fuerzas de dispersión de London son
atracciones débiles entre las moléculas. Sin embargo, a diferencia de los
enlaces del hidrógeno, pueden ocurrir entre átomos o moléculas de cualquier
tipo y dependen de desequilibrios temporales en la distribución de electrones.
Puesto que los electrones
están en constante movimiento, habrá momentos en los cuales los electrones en
un átomo o molécula estén agrupados juntos, lo que crea una carga parcialmente
negativa en una parte de la molécula (y una carga parcialmente positiva en otra).
Si una molécula con este tipo de desequilibrio de cargas está muy cerca de otra
molécula, puede causar una redistribución de cargas similar en la segunda
molécula, y las cargas positivas y negativas temporales de las dos moléculas se
atraerán entre sí.
Bibliografía:
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